sábado, 20 de junio de 2015

Mr. Robot promete

Si, sin dudas, promete. Por lo menos el piloto lo demuestra. Esa hora y 4 minutos fueron ejecutados de la mejor manera posible. El canal USA con este show tiene en sus manos un producto con futuro altamente provisorio. Al parecer Sam Esmail, creador de la serie, estaba con su computadora escribiendo el guión de su película cuando al términar la página 120 se dijo a sí mismo lo que se vienen diciendo muchos showrunners que encuentran El material: "esto debería ser una serie". Bajó su guión a 100 páginas, consiguió una cadena y grabó el piloto.



Mr. Robot es una serie que USA describe como un thriller psicológico. Pero una de las sensaciones que me impactaron del piloto de la serie es la gran similitud que encuentra en Dexter. El protagonista de este serie es un hacker (de ahora en más Elliot) con pocas habilidades sociales. Es un hacker que busca la justicia en los términos y con las herramientas que él maneja (que en su mayoría no son las aceptadas convencionalmente); hasta desarrolla ingeniería social creando encuentros fortuitos desde y fuera de una computadora. ¿No les suena a Dexter? También es verdad que a su vez Dexter toma todos estos recursos que no son originales y que se pueden rastrear en otros lados. Pero como siempre sucede, la clave esta en las formas y Dexter fue sin dudas (y obviando sus últimas temporadas) una serie original. Pero la gran similitud se encuentra en el uso de los monólogos interiores en los que Elliot relata y rebela sus más privados pensamientos. Es una relación que el personaje construye con el espectador. Ningún personaje dentro del show conoce tanto de Elliot como el espectador que se encuentra sumergido en su cabeza. Tal como pasaba con Dexter. Cuando se ejecuta bien, genera un nivel de empatía increíble.

Elliot también maneja inquietudes casi existenciales que lo arrastran a la paranoia y a vicios. Y acá es dónde entra en juego Mr. Robot. Un hacker que busca a Elliot y le ofrece un lugar en su "grupo" para ir en busca de los hombres detrás de la cortina. "El 1 por ciento del 1 por ciento", o los hombres que "manejan todo". Le da la opción de seguirlo o de seguir su camino a casa. Esa encrucijada, más allá de que estemos hablando de hackers anti sociales, tiene mucho que ver con Neo en Matrix siendo buscando por Morpheus: "seguí al conejo blanco", "la pastilla azul o la roja".

Mención aparte para la música de la serie que es alucinante y logra acompañar de gran manera el nivel visual que maneja el show.

Ya está online el primer capítulo que fue subido a plataformas VOD y que estrena formalmente en el canal USA el 24 de Junio.

Un sneak peek:






domingo, 31 de mayo de 2015

Super héroes, reboots, universos cinematrográficos... ¿qué está pasando?

Hace un par de meses Alejandro González Iñárritu se encontraba promocionando Birdman y debido a la evidente temática de la película, no pudo evitar criticar el estado actual de la industria cinematográfica Hollywoodense. Y fue específicamente tajante con el uso y abuso de super héroes de comics en la gran pantalla: "genocidio cultural", fue su diagnóstico.

Un periodista durante un mano a mano con Robert Downey Jr. (quien encarna a Iron Man) estuvo rápido de reflejos y le recitó la contundente frase de Iñárritu. En vez de dejarla pasar y ver luego las declaraciones completas del director mexicano, Downey Jr. tomó el camino más corto y cargó contra él deslealmente: "creo que el hecho de que una persona cuya lengua materna es el español sea capaz de formar una frase en inglés en la que incluya 'genocidio cultural', habla de la razón que tiene".



Veamos entonces cuál era el punto de Iñárritu. Cuando habla de genocidio cultural, se está quejando del hecho de que la mayoría de los fondos para hacer cine estén siendo destinados a crear los ya famosos "universos cinemáticos" de super héroes. Una película para cada super héroe, con alguna leve línea argumental uniendo cada una, para luego ponerlos a todos en la misma pantalla. O viceversa (el primero es el modelo Disney/Marvel y el segundo sería Warner/DC). Los estudios van a lo seguro y dejan de confiar en otro tipo de producciones originales y la realidad es que la ganancia económica es terriblemente redituable. Se están volviendo adictos a ese juego. En vez de permitir el desarrollo de nuevas historias y personajes, crean y recrean (¡basta de reboots!) historias de personajes ya conocidos con una base de fans creada hace bastante tiempo (los super héroes existen hace más de 70 años). También Simon Pegg, un actor y fan reconocido del mundo de los super héroes cargó contra la industria, causando un enorme revuelo del que tuvo que salir mediante una especie de carta abierta.

Y además apunta a cuestiones de construcción de las historias. Para él ese tipo de películas son "de derecha" y se escuda hablando del uso excesivo y sin sentido de la violencia; en la fórmula buenos vs. malos y la poca ambiguedad ética y moral que esa dicotomía plantea. En fin, reclama tonos grises, tramas un poco más profundas y la ambiguedad que antes era marca de calidad en Hollywood y que hoy la encontramos en la nueva edad de oro de la TV estadounidense. Lo cual habla de una transición interesante en términos de storytelling. Al parecer las historias que no hallan lugar en cine, terminan en TV permitiendo incluso una mayor duración para la historia y bucear en los personajes.



Birdman terminó ganando el Oscar a mejor película y obtuvo reconocimiento de la Academia. A pesar de eso, el futuro no parece ser alentador para Iñárritu, ya que las películas que les ponen los pelos de punta van a seguir existiendo por mucho tiempo más: Marvel está entrando en la "fase 2" de la presentación de sus personajes; DC se la está por jugar de lleno con Batman y Superman por primera vez en el cine live action; y hasta están por llegar nuevos episodios de una franquicia enorme: Star Wars.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Final y nuevo comienzo para Don Draper/Dick Whitman

Algún día tenía que pasar. Como llegó hace relativamente poco ese capítulo final de Breaking Bad. Como llego hace bastante el de The Sopranos. Y cito estas dos series porque el capítulo final de Mad Men, titulado "Person to person", fue tan conclusivo como ambiguo, una mezcla de los finales de esas dos series.

A medida que nos acercábamos al final las teorías acerca del posible desenlace de Mad Men no paraban de aparecer. ¿Don es D.B. Cooper?, ¿Peggy+Joan+Don empezando una agencia en California? Matthew Weiner, un discípulo de David Chase (creador de The Sopranos), siempre se había encargado de dejar en claro mediante el desarrollo de la historia que Mad Men era un show esencialmente existencialista. Detrás de el arte y la moda (el diseño de los 60, en muebles y ropa), que fue un elemento clave para la popularidad de la serie, subyace la historia de un hombre en busca de su identidad y del propio sentido de la vida.


Esta última temporada vimos a Don con su vida casi resuelta, saliendo de su segundo divorcio y buscando la próxima razón para vivir. "¿Esto es todo lo que hay?" Se preguntaba Don. En "Person to person" lo vemos en la recta final de su viaje al mejor estilo Jack Kerouac, en dirección a Los Ángeles. Se entera de la enfermedad de Betty y recibe una lección de madurez a cargo de Sally. Se emborracha y va en busca de Stephanie.


Termina en una suerte de retiro espiritual en Big Sur, casi incapaz de volver a conectar con sus emociones. Tiene una conversación con Stephanie, que abadonó a su hijo y está afligida  al respecto, donde le recomienda "podes dejar esto atrás tuyo, todo se va a volver más fácil a medida que seguís moviéndote hacia adelante", lo cual no hace otra cosa que fundamentar lo anterior: Don todavía sigue aplicando su antigua filosofía.


Pero al final, pasa lo que tenía que pasar. La partida repentina de Stephanie sin despedirse (y con su auto) es lo que termina de empujarlo al vacío. "La gente viene y se va, nadie dice adiós" increpa Don a la hippie de la recepción, más hablándose en reproche a sí mismo que a ella. La charla con Peggy en dónde le confiesa todos sus secretos y bajezas es el punto de inflexión que encuentra para dejar ir todo. Peggy era una de las personas más importantes para Don, probablemente la única que todavía merecía saber la verdad. La sesión grupal del final, con el oficinista angustiado por su propia inabilidad de reconocer a las personas que lo quieren y cómo interpretarlo, saca a Don de ese estado comatoso al cual es arrojado luego de la charla telefónica con Peggy. Se ve tan reflejado en él, que logra conectarse y deja ir todo uniéndose en un abrazo emotivo con él.


¡Por supuesto que tenía que ser así! Don y el mundo, un solo corazón. Don dejando de evadir sus problemas, conectándose con el presente sin tapar el pasado, todo en una comunidad hippie.


La escena definitiva la tenemos de espaldas al mar. Don sigue en el retiro espiritual... ¿qué haces ahí Don? Se encuentra sentado meditando con otros del grupo. Todo mientras el líder habla de "las nuevas vidas que todavía tenemos por vivir". Cierran los ojos. "New day, new ideas, new you". Don sonríe. Y entonces:




Lo hizo de vuelta. Imagino tan claramente a Don volviendo a McCann con una bomba entre sus brazos. Una presentación al estilo "The Wheel". Un nuevo Don. Un gran Don. Poniendo a Coca Cola en la historia con este spot inolvidable. Canalizando su experiencia hippie de amor y paz (capturando el clima de una época) y capitalizandola en una campaña creativa. Pero nada de eso fue necesario de mostrar. Fue el final y un nuevo comienzo.

Más cosas:

1) El verdadero creador de ese spot de Coca Cola fue Bill Backer, que también trabajaba para McCann. Cuenta la historia que la idea surgió luego de que un vuelo suyo se demorara y se viera anclado en un aeropuerto. En medio del mal humor general entre los pasajeros, vio a un grupo distendido sobre la mesa de un bar. Todos compartiendo una Coca Cola. Agarró una servilleta y anotó "I'd like to buy the world a Coke and keep it company". Se convirtió en un spot legendario, de hecho es considerado uno de los "mejores" de la historia por el impacto que causaron todos esos chicos de todos los colores, todas las religiones, unidos bajo un mismo himno entonado en Italia. Es una historia que tranquilamente podría haber salido de la cabeza de Weiner.
2) Me resultó extraña una de las secuencias de escenas finales donde vemos pequeños pantallazos de la vida que están a punto de vivir algunos de los personajes principales, al ritmo de una música bien sentimental. No me pareció un recurso del estilo Mad Men. Tampoco la resolución romántica de Stan y Peggy. Pero lo perdonamos, fue un gran final y una gran temporada. Todo bien Matthew.
3) Las historias finales de las mujeres de la serie siguió afirmando la premisa de la dualidad vida amorosa/vida profesional. Joan deja a ir un posible tipo para acompañarla en su vida, en función del lanzamiento de su propia productora. Betty por fin sale de la casa a estudiar y un cáncer la baja de un hondazo de vuelta al hogar. Y Peggy termina en el medio. Si bien es cierto que tenía más sentido que siguiera en el mundo de la publicidad, en vez de ir con Joan, en parte esa decisión está atada a su amor con Stan.
4) Se fue Mad Men. Son 8 años siguiendo una serie del carajo. El vacío es muy grande.


domingo, 17 de mayo de 2015

Qué esperar de la vuelta de los X-Files

El 24 de Enero de 2016 los X-Files van a volver a aparecer en la pantalla de Fox. Se trata de nada menos y nada más que una serie cuyo legado permanece vivo hasta el día de hoy y que fue pionera en muchos aspectos. Para repasar rápidamente:

1) Pocas series tomaron tanto de la cultura pop de forma exitosa (¡A tal punto de volverse parte de ella!).
2) Enfoque cinematográfico a la hora de encarar los capítulos.
3) Una usina de talento. Por allí pasaron un sinfin de actores, en roles menores, que luego serían reconocidos (solo por mencionar a uno: Bryan Cranston). Pero además: los escritores... Alex Gansa (Homeland), Vince Gilligan (Breaking Bad, Better Call Saul), Howard Gordon (24), James Wong (American Horror Story), gente que hoy conformaría un verdadero dream team y que fueron parte del equipo de guionistas de la serie, comandados por Chris Carter (Showrunner).
4) Una base muy fiel de fans. X-Files nació en los comienzos de internet, cuando se trataba de una especie de cultura under. Ni hablar de desarrollo de redes sociales. Quienes habitaban el ciberespacio eran veraderos freaks & geeks. Y era muy común la interacción entre espectadores y creadores del show. Era una relación muy intensa y alguna que otra vez lograron incidir en el desarrollo del programa. Pioneros, pioneros.

Y entonces, ¿qué esperar de este revival? "Siempre asumí que, como empezamos a hacer las películas, transitaríamos de forma natural el hecho de hacer temporadas del show a hacer películas cada 4 o 5 años", declaró David Duchovny a The Hollywood Reporter. A X-Files les costó hacer pie en cines. Evidentemente no hubo una visión clara por parte de Fox para seguir encarando la franquicia, a pesar de la buena disposición de Chris Carter, David Duchovny (Mulder) y Gillian Anderson (Scully). 



Dentro del actual espectro de TV en EE.UU. era natural pensar en esta serie y en cómo podría adaptarse. Por el momento sabemos que vamos a contar con 6 capítulos y la vuelta de sus personajes principales y secundarios. Si, vuelve el Cigarette Smoking Man y Skinner. Esto nos da cierto indicio sobre qué esperar de la serie. Había dos tipos de capítulos en las temporadas del show: los standalone, cuya trama arrancaba y concluía en los mismos episodios (eran casos, capítulos con mucha influencia de narrativa de ciencia ficción y con mucho espíritu de The Twilight Zone); y además estaban los mitológicos, episodios secuenciales y conectados entre sí, cuya trama se desarrollaba y atravesaba todas las temporadas (el misterio de la desaparición de la hermana de Mulder, la conspiración de los alienígenas y su relación con organizaciones secretas). Skinner y el CSM eran personajes claves en la trama de los episodios mitológicos. Habrá que esperar para saber si nos encontramos con una miniserie de episodios standalone, una serie de historias. O si volvemos a sumergirnos en la trama mitológica... o alguna versión de ella.

El mundo cambió mucho desde que se emitió el último episodio de los X-Files. No es fácil adaptar una figura como el Cigarette Smoking Man es un tiempo tan cínico de cara las "figuras entre sombras". No es fácil hablar de dos figuras rebeldes dentro de una institución que hoy en día es un arma absoluta y definitiva del poder como lo es el FBI. Por otro lado hoy también más que nunca hay una avidez por lo paranormal y las teorías conspirativas (alimentada en gran parte por ese mundo que en los comienzos de la serie era under y ahora se volvió un lugar mainstream, como internet).

En fin, sólo queda implorar porque logren reunir a algunos de esos grandes escritores que supieron escribir para la serie y que junto a Carter logren volver a revivir ese gigante que tanto aporto a la TV en los 90. 

La verdad, dentro de muy poco, estará ahí afuera.




martes, 12 de mayo de 2015

El origen de Saul Goodman

Cuando finalizó Breaking Bad pasaron un par de semanas y un rumor empezó a correr. "¿Y si hacemos un spin off?" Imagino a Vince Gilligan preguntándole a Peter Gould después de terminar con todas las celebraciones del final de la serie. Era casi inevitable. Y el personaje elegido también: Saul Goodman.

Saul fue durante toda la serie un personaje original y de grandes momentos. A medida que la historia avanzaba y se volvía cada vez más oscura y dramática, Saul era uno de los pocos que podía aportar humor (negro, no podía ser de otra manera) y quebraba con ese ahogo en el que se sumergía el espectador en el desierto de New Mexico. Esa noción hizo que se considerara la posibilidad de hacer una precuela: Better Call Saul. Desarrollada en formato sitcom, con 22 minutos de gags de Saul. Podía funcionar. Pero a medida que Gilligan y Gould se juntaban en la sala a escribir y buceaban en el personaje se dieron cuenta de que había mucha historia detrás de ese abogado sin escrúpulos. Finalmente volvieron a la esencia y adoptaron el clásico formato de TV drama de 45 minutos.

Así llegamos a Jimmy McGill, el hombre antes de Saul. El hombre verdadero. Un abogado recibido de una dudosa universidad por correspondencia que busca hacerse un lugar en el mundo de la representación legal. Que cuenta además con un pasado border, que lo encontraba más del otro lado del banquillo por estafas de baja monta bajo el seudónimo de "Slippin' Jimmy". Quien lo rescata y lo lleva al mundo de los abogados es su hermano mayor Chuck, quien actuará siempre como catalizador de Jimmy y lo moverá de las casillas.

El resultado final es una primera temporada con un global de 10 capítulos con un ritmo lento (y por momentos irregular) pero progresivo. Quienes esperaban ver a Jimmy convertirse en Saul en 4 capítulos, bueno... estaban equivocados. Gilligan y Gould sabían y saben que los pasos desde Better Call Saul hasta Breaking Bad deberán ser medidos con precisión y todo indica que se van a tomar su tiempo.

Para los más nostálgicos: tenemos la vuelta de Mike Ehrmantraut; tenemos a Tuco por un par de episodios; y también tenemos una escena en el desierto de New Mexico con alguien de rodillas con un arma apuntando a tu cabeza.






Comentarios aparte:

*AMC acertó (por lo menos en Argentina) en el acuerdo con Netflix para subir ahí cada capítulo a medida que estrenaban en EEUU. Ojalá se siga replicando.

*Hay grandes expectativas por parte de AMC en el desarrollo del show y seguir alimentando esa enorme base de fans que dejó Breaking Bad. Todavía resta ver si Better Call Saul va a estar a su altura (la vara está muy alta) o sólo va a vivir de la nostalgia.

*Y ya que hablamos de AMC,... El mismo modus operandi se está siguiendo con otro spin off de otra propiedad de la cadena, The Walking Dead, que lleva el nombre increíblemente original de... Fear The Walking Dead. La única nueva propuesta interesante que tienen por el momento es Halt and Catch Fire, que cumplió el año pasado promisoria primera temporada y vuelve este 31 de Mayo por la consolidación final.




martes, 28 de abril de 2015

Segunda temporada de True Detective

Desde que True Detective debutó en la pantalla de HBO la respuesta fue excelente. Pero el combo Fukunaga (dirección), Pizzolatto (showrunner), Matthew McCounaghey y Woody Harrelson por el momento sólo quedará disponible en su primer entrega.

Para esta segunda temporada solo quedará Pizzolatto al mando, con la compañía de varios directores asignados en distintos capítulos. Los protagonistas serán Rachel McAdams, Colin Farrell y Taylor Kitsch; mientras que el villano será... Vince Vaughn. Y ya no estaremos en el sur de EEUU, nos alejaremos de Cole, Marty y Carcosa. True Detective desde esta segunda temporada será una serie cuyo único nexo entre temporadas será conceptual. También por supuesto que conservará el tono que la distinguió por lo que se ve en el trailer, del que hablaré más adelante.




Es una oportunidad interesante para ver cómo funciona este formato en una serie que por el momento está destinada a entrar en ese podio sagrado conformado por The Wire, Breaking Bad, Mad Men y Los Soporano. De hecho, con Mad Men a sólo unos pocos episodios de cerrar el telón para siempre, este desafío está más latente que nunca.

Ahora sí, el trailer. Que cuenta con un track que fue compuesto para la serie y estuvo a cargo de Lera Lynn, si no la conoces, ahora es un buen momento para googlearla.

Elocuente trailer, que comienza con una panorámica de las entrecruzadas autopistas de la ciudad de Los Ángeles (cuna de nuestros nuevos verdaderos detectives) muy probablemente un presagio de la cantidad de caminos que podrán elegir nuestros nuevos personajes. Después de ver a Rachel McAdams, entra en escena un Taylor Kitsch preocupado justo cuando Lera canta "those who have no fear". Lo que sigue es la presentación de Vaughn y Farrell. Vaughn mira estoico a Farrell que se encuentra entre lágrimas, algo que ya nos advierte de cierta asimetría en la relación que estos dos van a tener. ¿Que le dice Lera a Colin? "you never were the type to keep a rulebook near".

Después de una serie de panorámicas de L. A. y de un plano de sus calles y autopistas (ok, se entendió) ya podríamos confirmar que el rumor de que parte de la trama de esta temporada sería algo vinculado con el transporte público de EE.UU. es cierto. Vaughn nos deja en claro que será un tipo de negocios y de armas tomar. Kitsch claramente será temperamental y después de ver a McAdams yendo al frente de un equipo conformado por los otros dos protagonistas, podemos concluir que ella será la líder y quien aporte ese manto de cordura y frialdad necesarios. Y si de cordura y frialdad hablamos, ¿qué decir de Colin Farrell? Claramente, THE True Detective. Esa corbata sureña, ese bigote. Esa manopla. Si teníamos dudas de Colin, ya están muy lejos.

True Detective debuta el 26 de junio. No hay forma de perderselo.



domingo, 26 de abril de 2015

Nightcrawler y el perfecto psicópata

El año pasado el director Dan Gilroy presentó Nightcrawler, con la actuación de un poco reconocible Jake Gyllenhaal (en este caso como "Louis Bloom") quien viene mejorando mucho en la elección de los papeles que interpreta y que en esta película alcanza un nivel superlativo.





Una de las razones que hacen de Nightcrawler un gran film es la construcción de su personaje principal, Louis Bloom: un verdadero psicópata. Un manipulador y un misántropo. Un estudioso de la especie humana. Que justamente cuando es acusado de "no entender a la gente", no duda en revelar "¿qué pasaría si digo que la conozco muy bien y por eso es que justamente no me gusta?".

Pero lo que hace de él un verdadero psicópata es lo poco que se puede llegar a saber de su pasado (algo que utiliza Scorsese en Taxi Driver con Travis Bickle y que siguió Nolan en la construcción de su Joker). A lo largo de la hora y media que dura la película, Gilroy sólo nos muestra una breve referencia a su pasado, cuando el personaje de Rene Russo le pregunta "de dónde es". Y lo que obtenemos es una información tan vaga y poco precisa que hasta nos hace dudar de que sea verdadera. De hecho dice que es del norte de la ciudad y que "algunas llamadas lo llevan por ese lado pero nadie que él conozca sigue ahí". Después de todo, cada vez que Louis habla con personas es para obtener un rédito personal. Su pasado parece ser una hoja en blanco, lista para ser reescrita una y otra vez, dependiendo de la situación. Es desconcertador no saber de dónde viene una persona, porque su pasado lo hace a él. Antes de ver la transformación de Lou en un Nightcrawler profesional lo vemos robando metal para venderlo en constructoras. ¿Por cuántos de esos trabajos marginales pudo haber pasado?, ¿cuánto tiempo le puede dudar su nueva elección de carrera?

Claro que como dije antes todo esto cobra mayor sentido con la actuación de Gyllenhaal que responde soberbiamente y que puede seguir en racha con Southpaw.




sábado, 18 de abril de 2015

Batman Vs. Superman

Ayer se “filtró” (es difícil discernir campañas de marketing por parte de las compañías de efectos verdaderamente involuntarios) el primer teaser trailer de la esperada Batman Vs. Superman: Dawn of Justice.


En cuestión de horas ya había miles de interrogantes y reviews en la web para analizar y re-analizar, hasta que nos llegue otro material, es difícil manejar la ansiedad…



Lo primero que se ve es que Zach Snyder continúa el planteo de Man of Steel: Superman como una figura mesiánica que llega a la tierra y que como tal, despierta todo tipo pasiones entre los simples mortales. Metrópolis ya fue destruida y podemos especular con que esto no le gustó en absoluto a muchos habitantes, en particular a Bruce Wayne (buena primera aparición de Ben Affleck como Bruce), quién parece mirar el traje de Batman desde un aparente retiro. Y en los segundos finales tenemos lo que esperábamos, esa primera imagen de ambos a punto de enfrentarse, con un Batman provocativo y desafiante.

Las referencias al legendario comic de Frank Miller, The Dark Knight Returns, son infinitas pero ya se sabía que Snyder iba a tomar mucho de esa historia. Ese logo; ambos trajes, particularmente el que está compuesto por esa armadura; el voice-over de personas opinando e intelectualizando la aparición de Superman (¡Neil De-Grasse Tyson! Y primeras palabras de Jesse Eisenberg como Lex Luthor) mientras la cámara se acerca a su estatua.


Es un largo camino el que hay que recorrer hasta el 25 de marzo de 2016, fecha en que se estrena la película. Varios desafíos tiene que enfrentar esta gigante apuesta de DC Comics/Warner. Para empezar, Zach Snyder va a tener que pulir todo lo que no pulió en Man of Steel: diálogos, secuencias de acción, etc. Nunca antes se habían juntado en la gran pantalla los dos personajes más grandes de la editorial. Este lanzamiento supone el paso inicial hacia el proyecto definitivo, Justice League, con el que DC intentará seguir los pasos de Marvel/Disney formando su propio universo cinematográfico de super héroes y así comprobar que hay vida más allá del Batman de Nolan.




viernes, 17 de abril de 2015

Seamos buenos con Lost River

Cuando Ryan Gosling presentó su opera prima, Lost River, en Cannes el año pasado la crítica del festival no tuvo piedad. De hecho consiguió un global 32 % en Rotten Tomatoes y en Metacritic tampoco tuvo mejor suerte.

Y la verdad que es difícil hablar de Lost River sin mencionar la falta de contenido en varios personajes, cuasi huecos. Es fácil identificar el constante homenaje al último director con el que trabajó en Drive y Only God Forgives, Winding Refn. También se encuentran muchos guiños a Malick y David Lynch, con esa impronta onírica en la narrativa.

Pero a pesar de todo esto, Gosling acierta con creces en la fotografía de la película, de la mano de Benoit Debie. Vuelve a sobresalir, y la película encuentra mucho de su fuerza, en la banda sonora a cargo de Johnny Jewel.

La música empuja y nos hunde a medida que avanza la película en ese sueño, esa pesadilla que Lost River sitúa en Detroit, cuna del lado B del sueño americano en su versión siglo XXI, una ciudad que hoy en día es un pueblo fantasma.

Gosling consigue encontrar la voz para demostrar que tiene una carrera como director promisoria por delante. Resta ver si también se podrá consolidar como un escritor.



El trailer:



martes, 10 de febrero de 2015

El primer antihéroe

Hoy es muy común prender la TV (o la computadora) y ver personajes como Walter White, Don Draper, Rick Grimes, Dexter Morgan. Uno cocina metanfetamina y la comercializa para poder juntar dinero y así sostener a su familia y curar su cáncer. Otro es el director de una agencia de publicidad, es padre de familia pero lleva una doble vida. Ni hablar de los dos últimos: un sheriff dispuesto a todo para sobrevivir en medio de un apocalipsis zombie y un asesino serial con un código inalterable: solo matar tipos malos.

Son antihéroes. Hombres de dudosa moral, de ambigua moral. Y todos son los protagonistas de series que desatan pasiones en todo el mundo y hacen explotar el rating y los clicks. Pero hubo un momento en la historia de la TV en dónde estos tipos no tenían lugar en las pantallas y para allanar ese camino fue necesario una conjunción perfecta, un cruce entre una idea y un lugar. Un show que tenga de protagonista a un mafioso de New Jersey que, acomplejado por una complicada relación con su madre, tenga que recurrir a una psiquiatra para poder seguir adelante con su familia y su “trabajo”. Esa era la idea, y el lugar era HBO. Que para ese momento, año 1999, todavía no había desarrollado programación original de alto impacto e hizo todo lo posible para  lograr que el protagonista fuese un poco más querible para su futura audiencia. 


Sólo encontraron negativas por parte de David Chase, Showrunner de The Sopranos, un escritor que cansado de pasearse por cuartos de guionistas escribiendo para programas de poca monta se tomó el trabajo de crear la serie que siempre había querido ver. Y lo logró.


El protagonista de esa serie fue Tony Soprano (James Gandolfini). De pie señores, palabra mayor. El primer antihéroe y quién dio inicio a la nueva edad dorada de la TV. La era de las ideas originales en las series y pocas en el cine. La era de la complejidad, no más personajes unidimensionales. No más buenos y malos. A lo largo de ocho años Los Sopranos se mantuvo en el aire de HBO y ayudó a la cadena a desarrollar más programación original a tono como True Blood y Six Feet Under y The Wire.
El experimento exitoso de Tony fue el que abrió los ojos a otros escritores a animarse a escribir ese tipo de historias y a las cadenas a correr algún que otro riesgo.


Y como frutilla del postre, David Chase terminó Los Soprano fiel a la forma que comenzó la serie, es decir, sin seguir ningún libro de reglas. A continuación dos videos que explican el genial y polémico final.



Mad Men Opening Credits

Mad Men fue siempre una serie que me gustó, cuando en su primera temporada Don Draper prendió un cigarrillo, arqueó las cejas y esbozó un discurso sobre el “amor como un producto inventado por tipos como él, publicistas, para vender productos”, se ganó mi devoción.

Y una de las cosas que siempre me pareció perfecta de la serie es su apertura. Esa secuencia de 37 segundos que dice tanto sobre la historia de Draper, además de ser un claro homenaje a Vértigo, toma una especial significación una vez consolidada la historia.

Don entra a su oficina, deja su maletín. Está en la cima. Mira su espacio de trabajo y todo en las paredes comienza a caer. En el siguiente plano comienza a caer por el edificio. Cae entre avisos publicitarios, piernas y rostros de mujeres. Y al final, aparece sentado, cómodo, fumando un cigarrillo con el brazo a lo largo de un sillón.



Es una síntesis total que funciona como una especie de advertencia o una premonición (es indudable que tiene todo tipo de detalles simbólicos) de todo por lo que va a pasar el personaje a lo largo de la serie.

Californication, de mayor a menor

Californication fue una de las primeras series con las que Showtime se fue sumando a la nueva edad dorada de la TV (nunca olvidemos a Dexter). Y su primera temporada fue más que satisfactoria de principio a fin, prometiendo un gran futuro.



Tom Kapinos, Showrunner de Californication, se inspiró en su vida personal y en Charles Bukowski, emblemático escritor norteamericano de la generación maldita. El resultado: Hank Moody. Interpretado por David Duchovny, Hank es un escritor con un par de libros publicados en su haber que toma una decisión que cambia su vida y lo entrega a un frenesí de malas elecciones: mudarse a Los Ángeles.

En esta primera temporada Hank intenta volver a ganarse el corazón de Karen y recuperar su inspiración para poder volver a escribir. Siempre me pareció una elección jugada terminar esa temporada inicial anulando un gran conflicto: Hank vuelve con Karen, recupera a su musa y a su hija. Happy ending.

Pero la apuesta en la segunda temporada fue certera. Además de instalar un obvio enigma (y ahora que ganó lo que tanto quería ¿será capaz de mantenerlo y hacer las cosas bien?) introdujeron a un personaje muy bien construido e interpretado como Lew Ashby (en la piel de Callum Keith Rennie). Ashby es un productor de rock, una leyenda en Los Ángeles que persuade a Hank para que escriba su biografía. En el medio, descubre al hombre detrás del personaje: el rock, las drogas y la vida alocada solo son las escusas para tapar la frustración provocada por una chica que la dijo que no. De esta forma, a lo largo de la segunda temporada se establece una dinámica entre ambos personajes que sirve como advertencia para Hank. Lew es lo que él puede llegar a ser, si continúa derrapando. Siempre enriqueció el personaje de David Duchovny y lo hizo crecer, haciéndole ganar insights. Otra vez Kapinos tomó un riesgo a costa de un buen final: Lew Ashby muere.

El gran problema de la serie se produjo a partir de la tercera temporada, donde ya ni siquiera es necesario entrar en detalles de los argumentos: cualquiera que fuese la historia, Hank nunca fue puesto a prueba en nuevos escenarios. Californication y Hank Moody se convirtieron en el equivalente a Entourage y Vincent Chase. Un personaje eterno, atemporal, en nuevas situaciones pero siempre el mismo, siempre tropezando con la misma piedra.











True Detective # 4 “Who goes there”

True Detective: un show que para su forma siguió una línea clásica y terminó sobresaliendo por su contenido original y de alta calidad.


¿Cómo es eso? Un show de dos policías antagónicos entre sí: uno ve blanco, el otro ve negro; uno es supersticioso, el otro realista; uno lleva una vida convencional, el otro bordea los límites. Hasta ahí se ve la fórmula que ya se utilizó en miles de películas y programas de televisión. Lo genial de True Detective radica en el cómo de las cosas. Buenos personajes, buen guión (a cargo del novelista Nic Pizzolatto) y mejor dirección, esta última en manos de Cary Fukunaga, quién le otrogó un enfoque cinematográfico a la serie.


Y parte de la justificación radica en los minutos finales del cuarto episodio de su primera temporada, “Who goes there”, particularmente, en 6 minutos. Rust Cohle se infiltra en una banda de motoqueros, quienes para poder confiar en él le piden que los acompañe en una misión para efectuar un robo de drogas en un housing project. Por supuesto, las cosas salen mal pero Cohle logra escapar de la situación llevándose al líder de la banda, Ginger, de rehén. Cohle arrastra a Ginger por todo el housing projectAtraviesa casas, jardines, personas. Pelea, se cae, se levanta. Y de repente nos damos cuenta de que nunca hubo un solo corte: Fukunaga se mandó un plano secuencia coreografiado de 6 minutos de pura acción. Una de las cosas que más me asombró saber fue que sólo se realizó una toma (a pesar de que se debió ensayar hasta el hartazgo).

Me resultó interesante que a medida que repetía una y otra vez esa secuencia para analizarla, no podía dejar de pensar en la notoria influencia del storytelling utilizado en video juegos y particularmente en la saga GTA. Una vez más el cine y la TV buscan referencias en los videojuegos y el resultado es más que convincente.


Desde ese episodio True Detective solo siguió en ascenso y no tuvo techo. Ojalá se repita en su segunda temporada.